Giroux expresa que antes de convertirse en un observador de
esta forma de cultura infantil, aceptaba los supuestos, en gran porte
indiscutidos, de que las películas de dibujos animados in-fluían la imaginación
y la fantasía, reproducían un ambiente de inocencia y en general, son buenas
para los niños. Estas películas parecían para ellos vehículos de distracción y
una fuente muy considerada y buscada de diversión y alegría.
Significado y motivación. Culturas Infantiles y multinacionales
El mundo de las películas de Hollywood, construyen un
mundo de sueños y de inocencia infantil donde Ios niños
encuentran cada vez un lugar para situarse en su vida emocional. Las películas
infantiles proporcionan un espacio visual de alta tecnología donde la aventura
y el placer se encuentran en un mundo fantástico.
Del mismo modo, Disney tiene una terrible reputación
de ejercer presión sobre los autores que critican su ideología y su empresa. La
imagen de Disney como icono de la cultura norteamericana se refuerza firmemente
por medio de la penetración de su Imperio en todos los aspectos de la vida
social. Los niños experimentan su influencia cultural a través vídeos
caseros, centros comerciales, películas educativas escolares,
taquillas, programas de televisión popular y restaurantes
familiares. Disney se esfuerza mucho para promover su Imagen cívica
Las películas de Disney, producidas desde 1989, son
importantes porque han recibido enormes elogios y han alcanzado la categoría de
grandes éxitos. Para muchos niños representan su primera introducción en el
mundo de Disney. El público general está más dispuesto a suspender el juicio
crítico sobre estas películas infantiles. La fantasía de dibujos animados y el
entretenimiento parecen plegarse uno sobre otro y quedar fuera, en cuantos
tales del mundo de los valores, el significado y el conocimiento.
Las películas de Disney funcionan como lugares de
entretenimiento porque ponen en contacto con la alegría y la aventura a niños y
adultos por igual. Se presentan como lugares para experimentar placer, incluso
cuando tenemos que comprarlo.
Uno de los mensajes más polémicos que aparecen y desaparecen
de las películas de dibujos animados de Disney se refiere a la representación
de las muchachas y las mujeres. Todas las mujeres en estas películas están
subordinadas en el fondo a los hombres y definen su sentido de poder y su deseo
casi exclusivamente desde el punto de vista de la narración del macho
dominante, Por ejemplo, la sirena Ariel, El Rey Leon,etc.
El uso de un lenguaje codificado racialmente no es nuevo en
las películas de Disney y se puede encontrar por ejemplo en una versión
temprana de Los tres cerditos.
Disney indica que problemas sociales como la historia del
racismo, el genocidio de los nativos norteamericanos, el sexismo predominante y
la crisis de la vida pública democrática norteamericana simplemente están
dispuestos por la naturaleza. Esta es una visión peligrosa del orden
social y muy conservadora sobre las relaciones sociales del mundo
contemporáneo.
Esto no Significa esto que las películas infantiles de
Disney se deberían ignorar o censurar. Deben aprenderse varias lecciones del
reconocimiento de estos mensajes. En primer lugar, es crucial que el terreno de
la cultura popular que Disney utiliza cada vez más para enseñar valores y
vender mercancías se considera seriamente como un sitio de aprendizaje,
especialmente para los niños. Esto significa que se debe incorporar en las
escuelas como objeto serio de conocimiento social y análisis crítico. En
segundo lugar, los padres, los grupos comunitarios, , los educadores y otros
individuos deben estar atentos a los mensajes implícitos en estas películas
para criticarlas y recuperarlas cuando sean necesarias con un fin más
productivo.
En tercer lugar, la penetración global de la compañía en las
esferas de la economía, el consumo y la cultura aconseja analizar a Disney
dentro de una variedad de relaciones de poder. Esto aconseja emprender nuevos
análisis que unan las diversas formaciones sociales y culturales en las
que Disney se compromete de manera activa
En cuarto lugar, si las películas de Disney deben verse como
algo más que narraciones de fantasía y evasión, como sitios de regeneración e
imaginación que afirman más que niegan la prolongada relación entre
entretenimiento y pedagogía, los trabajadores culturales y los educadores
tienen que introducir de nuevo lo político y lo pedagógico en el discurso del
entretenimiento.
En quinto lugar, pedagógicamente es Imprescindible que
padres, educadores y trabajadores culturales estén atentos a las
diferentes maneras en que grupos diversos de niños utilizan y comprenden esas
películas y medios visuales. Esto aconseja que desarrollemos nuevas formas de
alfabetización, nuevas maneras de comprender e interpretar de un modo critico los
medios visuales producidos electrónicamente. Los niños aprenden a partir de la
exposición a formas culturales populares, y éstas proporcionan un nuevo
registro cultural del significado de la alfabetización.
El poder y la influencia de Disney están muy extendidos en
la sociedad norteamericana, los padres, educadores y otras personas tienen que
encontrar medios para conseguir que Disney rinda cuentas de lo que produce. En
lugar de concebirlo como una esfera pública comercial que distribuye placer
inocentemente a los jóvenes, el imperio Disney debe verse como una empresa
pedagógica y un artífice de políticas comprometido activamente en la formación
del paisaje cultural de la identidad nacional y la despolarización" de la
mente de los niños pequeños.
Disney y la oscura Manipulación de la mente.
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