lunes, 4 de julio de 2016

Capítulo II- ¿Son las películas de Disney buenas para sus hijos? Henry A. Giroux.

Giroux expresa que antes de convertirse en un observador de esta forma de cultura infantil, aceptaba los supuestos, en gran porte indiscutidos, de que las películas de dibujos animados in-fluían la imaginación y la fantasía, reproducían un ambiente de inocencia y en general, son buenas para los niños. Estas películas parecían para ellos vehículos de distracción y una fuente muy considerada y buscada de diversión y alegría.

Significado  y motivación. Culturas Infantiles y multinacionales
El mundo de las películas  de Hollywood, construyen un mundo de  sueños y  de inocencia infantil donde Ios niños  encuentran cada vez un lugar para situarse en su vida emocional. Las películas infantiles proporcionan un espacio visual de alta tecnología donde la aventura y el placer se encuentran en un mundo fantástico.
Del mismo modo, Disney tiene una terrible reputación de ejercer presión sobre los autores que critican su ideología y su empresa. La imagen de Disney como icono de la cultura norteamericana se refuerza firmemente por medio de la penetración de su Imperio en todos los aspectos de la vida social. Los niños experimentan su influencia cultural a través vídeos caseros,  centros comerciales, películas educativas escolares,  taquillas,  programas  de televisión popular y restaurantes  familiares. Disney se esfuerza mucho para promover su Imagen cívica
Las películas de Disney,  producidas desde 1989, son importantes porque han recibido enormes elogios y han alcanzado la categoría de grandes éxitos. Para muchos niños representan su primera introducción en el mundo de Disney. El público general está más dispuesto a suspender el juicio crítico sobre estas películas infantiles. La fantasía de dibujos animados y el entretenimiento parecen plegarse uno sobre otro y quedar fuera, en cuantos tales del mundo de los valores, el significado y el conocimiento.
Las películas de Disney funcionan como lugares de entretenimiento porque ponen en contacto con la alegría y la aventura a niños y adultos por igual. Se presentan como lugares para experimentar placer, incluso cuando tenemos que comprarlo.
Uno de los mensajes más polémicos que aparecen y desaparecen de las películas de dibujos animados de Disney se refiere a la representación de las muchachas y las mujeres. Todas las mujeres en estas películas están subordinadas en el fondo a los hombres y definen su sentido de poder y su deseo casi exclusivamente desde el punto de vista de la narración del macho dominante, Por ejemplo, la sirena Ariel, El Rey Leon,etc.
El uso de un lenguaje codificado racialmente no es nuevo en las películas de Disney y se puede encontrar por ejemplo en una versión temprana de Los tres cerditos.  
Disney indica que problemas sociales como la historia del racismo, el genocidio de los nativos norteamericanos, el sexismo predominante y la crisis de la vida pública democrática norteamericana simplemente están dispuestos por la naturaleza.  Esta es una visión peligrosa del orden social y muy conservadora sobre las relaciones sociales del mundo contemporáneo.
Esto no Significa esto que las películas infantiles de Disney se deberían ignorar o censurar. Deben aprenderse varias lecciones del reconocimiento de estos mensajes. En primer lugar, es crucial que el terreno de la cultura popular que Disney utiliza cada vez más para enseñar valores y vender mercancías se considera seriamente como un sitio de aprendizaje, especialmente para los niños. Esto significa que se debe incorporar en las escuelas como objeto serio de conocimiento social y análisis crítico. En segundo lugar, los padres, los grupos comunitarios, , los educadores y otros individuos deben estar atentos a los mensajes implícitos en estas películas para criticarlas y recuperarlas cuando sean necesarias con un fin más productivo. 
En tercer lugar, la penetración global de la compañía en las esferas de la economía, el consumo y la cultura aconseja analizar a Disney dentro de una variedad de relaciones de poder. Esto aconseja emprender nuevos análisis que unan las diversas formaciones sociales y culturales en las  que Disney  se compromete de manera activa
En cuarto lugar, si las películas de Disney deben verse como algo más que narraciones de fantasía y evasión, como sitios de regeneración e imaginación que afirman más que niegan la prolongada relación entre entretenimiento y pedagogía, los trabajadores culturales y los educadores  tienen que introducir de nuevo lo político y lo pedagógico en el discurso del entretenimiento.
En quinto  lugar, pedagógicamente es Imprescindible que padres,  educadores y trabajadores culturales estén atentos a las diferentes maneras en que grupos diversos de niños utilizan y comprenden esas películas y medios visuales. Esto aconseja que desarrollemos nuevas formas de alfabetización, nuevas maneras de comprender e interpretar de un modo critico los medios visuales producidos electrónicamente. Los niños aprenden a partir de la exposición a formas culturales populares, y éstas proporcionan un nuevo registro cultural del significado de la alfabetización.

El poder y la influencia de Disney están muy extendidos en la sociedad norteamericana, los padres, educadores y otras personas tienen que encontrar medios para conseguir que Disney rinda cuentas de lo que produce. En lugar de concebirlo como una esfera pública comercial que distribuye placer inocentemente a los jóvenes, el imperio Disney debe verse como una empresa pedagógica y un artífice de políticas comprometido activamente en la formación del paisaje cultural de la identidad nacional y la despolarización" de la mente de los niños pequeños.

Disney y la oscura Manipulación de la mente.





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